Durante 2019, ABRE decidió profundizar su trabajo de investigación a través de la publicación del estudio de investigación “Análisis de brechas educativas: un enfoque de estudio de caso”. En este estudio, ABRE PR buscó detectar factores habilitantes para el desempeño académico, al observar escuelas geográficamente cercanas con perfiles de estudiantes similares, pero con diferentes resultados académicos. ABRE PR seleccionó y analizó 14 escuelas, resultando en hallazgos valiosos y algunas preguntas de investigación adicionales que merecían una mayor investigación. Uno de los hallazgos clave de esta investigación fue que los directores de escuela eran impulsores críticos del desempeño escolar general, particularmente cuando operan sus escuelas con un alto grado de autonomía y son proactivos. Esto demostró una gran necesidad de más investigación sobre el papel del director de la escuela.
Basado en estos hallazgos anteriores y para identificar formas de apoyar las tareas y responsabilidades diarias de los directores de escuelas, esta nueva investigación de ABRE PR se centró en la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las necesidades organizacionales que afectan el bienestar general de los directores de escuelas públicas en Puerto Rico? Al investigar las necesidades organizacionales actuales de los directores de escuelas públicas en Puerto Rico, el estudio de ABRE PR tiene como objetivo ayudar a establecer algunas guías para garantizar que las inversiones futuras en estas áreas se desempeñen de acuerdo con las necesidades locales y respondan a intervenciones de políticas sólidas.
Los resultados esperados de esta investigación fueron los siguientes: (1) descubrir las necesidades organizacionales comunes y existentes entre los directores de escuelas públicas de Puerto Rico que ni el Departamento de Educación de Puerto Rico (PRDE) ni otros interesados cubren; (2) exponer los recursos disponibles actualmente y su idoneidad o eficacia para las necesidades organizativas de los directores de escuela; (3) desarrollar recomendaciones que podrían usarse para crear un plan de acción que determine las áreas en las que las ONG y/o el DEPR deben invertir; y (4) proponer cambios de política pública o programas de inversión para cubrir necesidades organizacionales comunes y específicas.
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